Procrastinar

Esta linda palabrita la traigo a colación porque me recordé hace 20 años por estos tiempos caminando por el Paseo Colon con una banderita de Liberación rumbo a la concentracion de fuerza del hoy de nuevo candidato Oscar Arias.

Confieso como en aquel entonces que voté por él, aunque no era de mi agrado.

Sin embargo la reflexión va por otro lado.

Me recuerdo seis años antes de aquel momento, como muchos costarricenses, haciendo fila en los estancos del Consejo Nacional de Producción, para lograr comprar el arroz y los frijoles.

Igual recuerdo los racionamientos de electricidad y combustibles en una de las peores crisis petroleras del siglo anterior.

Me conmueve como, siendo estudiante universitario, todo Costa Rica siguió funcionando a pesar que estabamos severamente golpeados en la economia y en la supervivencia misma, porque mucha gente tenía hambre de verdad.

Tuve la suerte de poder continuar mis estudios, gracias fundamentamente a que disfrutaba de una beca en la UCR. Pude también ver como el CNP significó la tabla de salvación para las familias pobres y de clase media. El Seguro Social, al igual que hoy ha salvado a los nicas, nunca ha significado tanto para tanta gente como en ese momento.

En fin, con una guerra en nuestras fronteras que abarcaba del Río San Juan hasta el Estado de Chiapas, los costarricenses se mantuvieron al margen estando sumidos hasta las orejas en el caldo propicio para extender el conflicto hasta el Río Sixaola. Sabiduría popular, tal vez. Vocación civilsta dirian otros. Pero sobrevivimos.

Echandole tierra a unos de los gobiernos más impopulares, elegimos a un bonachon campesino como Presidente. De alguna manera se tenía que recobrar la confianza en el rumbo del país y se determinó que L.A. Monge era la persona adecuada para ello. Se sabía que la recuperación iba a ser dura y el primer acto de gobierno fue ajustar los impuestos y estabilizar la moneda.

Disciplinamente estuvimos de acuerdo en hacer el sacrificio.

Se logró una vez más mantener la guerra fuera de nuestras fronteras, a pesar de Reagan.

Recuerdo bien la desafortunada frase de Calderón Fournier avalando la posición de Reagan y que fue la que a la larga me puso a caminar por el Paseo Colón.

Elegimos a un exministro y exdiputado, que supo aprovechar la oportunidad y más adelante contra todos los pronosticos logra las bases para acabar con el "Vietnam" centroamericano. Hasta allí tengo la certeza que no nos equivocamos. El Nobel de la Paz, tuvo entre sus principales activos hacer despegar el boom turistico hacia nuestro país, coyuntura que se supo aprovechar y hasta la fecha prevalece y crece gracias a que se ha sabido mercadear este país como un destino interesante.

El mandato en ese momento era muy claro, queriamos paz y comida. Nadie se veia metido en una guerra y era muy claro que queriamos recuperar el bienestar.

A partir del 90, es un largo trajinar de 16 años donde pasamos por dos hijos de caudillos, un gerente y un tipo muy chistoso. A estos tres quinquenios y resto no se me ocurre otra cosa que definirlo como un letargo. Nos dedicamos a administrar la crisis y a esconder la pelota.

Hoy, diciembre del 2005, no veo un mandato claro en el pueblo de Costa Rica.

Teniendo de nuevo a Oscar Arias como candidato, trato de sentir aquel sentimiento que me motivó a caminar por el Paseo Colón y la conexión "no se encuentra disponible en este momento. Por favor deje un mensaje....(piiiiiii)".

Sin embargo, aparte del crecimiento de la derecha, el hecho de que Arias aspire de nuevo, me lleva irremediablemente a pensar que esta es la ultima oportunidad que tiene la estructura tradicional de los partidos para "hacer algo", a pesar de que en realidad es una estrauctura que ya no sirve para nada.

Procrastinar es la acción de postegar o diferir lo que irremediablemente tenemos que hacer.

Hoy me encuentro seguro que hemos postergado muchas pero muchas decisiones.

Una de ellas es crear lideres.

El nuevo gobierno no va a salir de las bases de los partidos tradicionales. Solo como ejemplo, Liberación Nacional tiene como requisito una militancia de 10 años para poder ser considerado entre los aspirantes a cualquier puesto de elección. (Si mañana apareciera la reencarnación de don Pepe no podría ser electo ni regidor antes de que San Pedro le firme el certificado de autenticidad).

Mas bien me parece que estamos ante un pulso entre los que quieren frenar cualquier cosa a cualquier costo y quienes quieren que el pais avance.

El saco dificilmente aguanta una administración más y los remiendos ya no tienen tela de donde agarrarse, y si finalmente Oscar Arias gana las elecciones, tendrá realmente la capacidad para sentar a todos los que tiene que sentar para hacer que el país avance?

No quiero ser pesimista, pero me parece que fue más sencillo sentar a negociar a los Ortega y a los Duarte que a toda esta manada de malamansados sindicalistas, libertarios, pacistas y otras razas en que se nos ha convertido este pais.

Sigo caminando, aunque no por el Paseo Colon y por supuesto sin bandera todavia.....