25 de noviembre de 2005

TLC saprissista

El día de hoy La_Nacion publica una entrevista con alguien que dice ser empresario.

Como hasta estos días no tenía idea de quien era este personaje tan curioso, se me ocurrió que dada la capacidad para hacer el ridiculo que tiene, era el ejemplo perfecto para hacer un retrato del TLC aplicado a las huestes tibaseñas.

Veamos,

Hace dos años y un poco más, llegó a un equipo quebrado, desmotivado y casi embargado por el resto de su vida un empresario que vió una oportunidad y por supuesto un buen negocio (como es condición de los que gustan de producir y triunfar).

El amigo mexicano negoció el precio y compró.

Se encontró con un equipo joven, una afición fiel, un buen nivel tecnico y una historia y tradición interesante para hacer realidad los planes que se trazó.

Sin pasar por encima de las tradiciones y respetando la idiosincracia del jugador tico, en poco menos de un año logró lo que pocos habían logrado en la historia del futbol costarricense:

1- En su primer año ganó el campeonato nacional con un grupo de jugadores novatos mezclados con algunos veteranos y dando muestras de un nivel tecnico moderno
2- Logró consolidar un grupo de jugadores ofreciendo salarios competitivos con los del exterior
3- Pagó todas las deudas del equipo
4- Empezó a trazarse metas ambiciosas por encima de lo acostumbrado en el medio
5- Actualizó el concepto de club creando una corporación de mercadeo que produjera suficiente dinero para rentabilizar la marca registarada del equipo y de paso sostuviera parte de los gastos del club.
6- Y como corolario campeonizó al equipo a las competencias mundiales de clubes

Con jugadores costarricenses demostró que cuando un equipo (que podría ser un país) se traza metas ambiciosas e inteligentes, los resultados llegan y llegan rapidamente. En parte consiste en creer en nosotros mismos y en estar concientes de cual es nuestro potencial. Lo demás depende de nosotros mismos y no del arbitro.

Pero como nunca faltan los Albinos y los Fabios, hoy nos tocó los Stockwells haciendo lo mejor que saben hacer: no dejar trabajar y apuntar a matar cualquier iniciativa que suene a que alguien está haciendo las cosas sin mediocridad.

Decía el recordado Enrique Benavides (columnista de La Nación fallecido en 1986 para los que no peinan canas todavía) que como está el futbol está el país...

Saque usted sus conclusiones, si queremos progresar no lo vamos a hacer desde la mediocridad...tal vez usted quiera llegar a Japón y si no le gusta el sake (o el Saprissa) tal vez lo tiente una buena cerveza alemana, pero para llegar hay que jugar... y jugar bien.

Empeñandonos en esconder la bola y volarle cuchillo como están haciendo los que no producen nada, no vamos a llegar ni a La Carpio...

2 Comments:

At 11:00 a. m., Blogger Dean CóRnito said...

Excelente post y excelentes analogías. Me recordó uno que escribí hace unos meses, no con tanta maestría, pero con la misma intención de hacer paralelismos entre el futbol y las realidades político-económicas del país. Podés leerlo haciendo click aquí.

 
At 11:17 a. m., Blogger Bandidocr said...

Dean: Lei tu post y realmente me lenó de orgullo. Te confieso que tenía por lo menos 20 años de no poner un pie en un estadio y a fuerza de que mi hijo es hincha fiel del Monstruo y que ya no pude negarme más a asistir, termine como un chiquito con juguete nuevo en las graderías del Saprissa, precisamante en la semifinal del 2004 contra la Liga. Esplendoroso, creo que por fin vamos asimilando que el deporte aparte de negocio es espectaculo y eso es lo que hace la diferencia (malgré les mexicans) Espero que este pueblo sea lo suficientemente sabio para ponerse a caminar de nuevo y nos dejemos de tanta bola y miedo a echarnos al agua.

 

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