1 de diciembre de 2006

PARA QUE REFLEXIONEMOS TOMO PRESTADO ESTE ARTICULO DE "LA REPUBLICA"




Viernes 10 de noviembre 2006, LA REPUBLICA

Dialéctica

El Otro es el enemigo

Juan Manuel Villasuso

El psicólogo social y sacerdote jesuita Ignacio Martín Baró, asesinado por militares salvadoreños en 1989, caracterizó el proceso de pola­rización social de la siguiente manera:

- Estrechamiento del campo perceptivo (percepción desfavorable y estereotipada del "Nosotros - ellos").

- Fuerte carga emocional (aceptación y rechazo sin matices).

- Involucramiento personal (cualquier hecho afecta a la persona).

- Quiebre del sentido común (posiciones rígidas e intolerantes suplantan la discusión y el diálogo).

- Cohesión y solidaridad al interior de cada grupo y conflicto latente o manifiesto entre grupos opuestos.

- Familias, escuelas, iglesias y otros espacios sociales de convivencia se ven obligados a posicionarse en alguno de los extremos.

- Personas, grupos e instituciones sostienen actitudes­ de exclusión, rigidez y enfrentamiento.

En la Costa Rica de hoy se observan muchos de estos signos de polarización. Se han exacerbado los estereotipos, las descalificaciones, la discriminación y la exclusión a través de referencias a la condición gremial, la organización socia! o el partido político.

La percepción estereotipada de los grupos opues­tos dificulta las posibilidades de dialogar. Las perso­nas, los hechos y las cosas ya no se miden por lo que son en sí, sino en función de lo que representan a fa­vor o en contra de la confrontación.

Desaparece así la base para la interacción cotidiana, ningún marco de referencia puede ser asumido como válido para todos, los valores dejan de tener sig­nificado colectivo y se pierde incluso la posibilidad de apelar al bien común, pues se encuentran cuestiona­dos los presupuestos mismos de la convivencia.

La polarización social fractura el tejido social a la vez que favorece la naturalización y legitimación de la violencia. Cada grupo va encontrando, según la in­formación que obtenga o su implicación en los acontecimientos, su propia concepción de las cosas.

Cada sector incrementa su hermetismo como co­lectivo, percibiendo a los grupos externos como posi­bles enemigos. El temor a ser atacado, o el deseo de agredir al contrincante, transforma el comportamiento individua! y colectivo. El lema explícito o implíci­to es: "el Otro es el enemigo".

La polarización se evidencia cuando la postura de un grupo supone la referencia negativa a la postura del otro grupo, percibido como adversario. Se trata de una compleja dinámica donde el acercamiento a uno de los polos arrastra no solo el alejamiento, sino el rechazo activo del otro.

Esto se ve agravado por la distorsión de atribu­ción: a la otra parte se le atribuye la peor de las inten­ciones y aquellas acciones desmedidas del propio bando se perciben como respuestas a las amenazas o agresiones del contrario. Se justifican las propias ac­ciones como respuesta a las maniobras que se antici­pan. El fin justifica los medios.

Dos factores han contribuido a la polarización en Costa Rica. Primero, la confrontación en torno al modelo de país, a la estrategia de desarrollo y al ideal de sociedad, todo lo cual se materializa en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Segundo, la violencia del discurso que sostienen los actores socia­les que defienden o rechazan el TLC.

Es lamentable que una sociedad como la costarricense, que se considera políticamente madura, avan­ce de manera acelerada por este desafortunado cami­no de la polarización social. ¿Falta de capacidad y vo­luntad de los gobernantes y de los líderes políticos y sociales? Las consecuencias pueden ser muy graves.